Bajo un sol de verano
montamos un mercado de maravilla. La multitud de niños de este municipio, el más joven de Madrid, lo pasaron bomba en los talleres, ludoteca, tíovivo y ponis. La variedad y calidad de la artesanía, provocaron felicitaciones del público y del ayuntamiento y todos disfrutaron del buen ambiente. El único que sufrió del calor: ¡el oso!