A really lovely market in al-
most every way. Except that Saturday afternoon the heavens opened and some stalls watched their goods float down hill, and the owners needed dry clothes. Thanks to the people in the village and the other stall-
holders all problems were resolved. A colourful and happy market.
Un mercado muy guapo. La tormenta del sábado nos cogió desprevenidos, pero aguantamos (mojados y algunos ¡sin traje seco!), gracias a los buenos vecinos y compañeros, el buen público, la buena animación, y, el resto del tiempo, ¡buen tiempo!