Para montar un mercado temático, el organizador tiene que gastar tiempo y/o dinero en:
- la organización práctica
- la decoración del recinto
- la animación (demostraciones y
   actuaciones)

¿Quién paga los gastos? 

Hay varias opciones:
1. Los paga el público - aunque es muy habitual en otros países, en España el público no suele pagar entrada.
2. Los paga un patrocinador - en este caso suele ser el Ayuntamiento.
3. Los pagan los los participantes del mercado
4. Una combinación de 1., 2. y/o 3.

Descartando la opción 1, está claro que cuanto menos paga el patrocinador, cuanto más tienen que pagar los participantes del mercado.

Si el organizador pide precios muy elevados a los participantes, sólo los puestos con alimentación y los con productos de "reventa" (artículos comprados o importados en grandes cantidades a bajo precio) ganan bastante para cubrir los gastos en dichos mercados.

La presencia de "revendedores" lo hace todavía más difícil para los auténticos artesanos vender sus propios productos y cada vez son menos los artesanos que participan.

Es lógico que un ayuntamiento (u otro patrocinador) quiere conseguir un evento atractivo para su municipio con un mínimo de gastos.

Las ofertas de los mercados temáticos "de presupuesto cero" suelen ser muy atractivas en cuanto a la decoración, el montaje y el espectáculo.

Las consecuencias
Con todo lo que está sucediendo, los mercados temáticos están cogiendo tan mala fama en cuanto a la calidad de los productos en venta, que la gente interesada en la artesanía, no se molesta ni en mirar.

Por la competencia desleal de los puestos de "reventa" y la falta de público interesado, los artesanos no se atreven a participar y los mercados se hacen menos atractivos.

La única forma de romper este espiral hacía abajo, es mejorar rigurosamente la calidad de los mercados, haciéndolos accesibles para los auténticos artesanos.

Como dicen en América :
"if you pay peanuts you get monkeys"
(lo que podría traducirse con
"si pagas migajas, te quedas con ratones").

Amata cobra por organizar un mercado medieval. Para ver en qué Amata gasta el dinero.

Amata calcula que el coste básico del trabajo que representa una correcta organización de un mercado temático de Artesanía de Autor®, con un mínimo de animación es de aproximadamente 4.000 €. 

¿En qué cosas se gasta este dinero? Haz un click en uno de los siguientes puntos:

1. La coordinación                 
2. La publicidad               
3. La selección de los artesanos               
4. La supervisión del mercado               
5. El programa de animación 
    del mercado
              









asociación para la mejora de la artesanía tradicional y actual
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1. La coordinación

Para empezar, Amata estudia el recinto y traza un plano que después utiliza para asegurarse de que todos los participantes tengan suficiente espacio, para no perder el tiempo y evitar así peleas de última hora. Amata también colabora con los empleados del Ayuntamiento, la policía local y si es necesario con gente del pueblo para conseguir sitio para almacenar el material por la noche y un vestuario para los artistas.
3. La selección de los artesanos

Amata dispone de una base de datos con más de 1.300 artesanos de toda España, seleccionados por la calidad de su material.  Cuando se organiza un mercado, se intenta traer a gente diferente en cada mercado, sobre todo si recientemente ha acontecido algún mercado en la zona.  También es importante asegurarse de que no hay demasiados puestos con el mismo material.

Mantener una base de datos bien actualizada requiere tiempo, llamadasde teléfono y sellos, al igual que realizar una selección diferente para cada evento.

Amata se asegura de que no haya demasiados puestos de comida.  La mayoría del público prefiere gastar más dinero en comida que en artesanía, y cuanto más gastan en comida, menos gastarán en artesanía.  Si la gente no se gasta suficiente dinero en artesanía, los puestos con buen material ó productos más caros no se molestarán en venir, y los que vengan sólo tendrán baratijas de menos calidad.
2. La publicidad

Amata presta mucha atención a la publicidad.  Amata diseña, imprime y distribuye 600 carteles y 5.000 folletos como mínimo.  Los carteles y folletos generalmente están en diferentes idiomas de forma que llegue a muchos turistas, ya que son estos turistas los que normalmente gastan más dinero.

Varias personas se encargan de distribuir los carteles y folletos unos 10 días antes del evento.  Se dejan por  panaderías, comercios, tiendas de artesanía, boutiques, bancos y también centros culturales y oficinas de turismo; no sólo por el mismo pueblo sino también por municipios de los alrede-
dores, hasta unos 30 km de distancia más o menos.  Se va de tienda en tiendacolgando carteles y dejando folletos.  Todo esto representa tiempo que debe pagarse.

Amata también escribe notas de prensa en varias lenguas y se encarga de mandarlas a publicaciones mensuales, semanales y diarias a tiempo para los diferentes eventos.  También se escriben notas de prensa para la radio y la TV y se calcula cuidadosamente para que éstas salgan a tiempo, ni demasiado pronto ni demasiado tarde para la fecha tope.

Además, Amata prepara una (o dos) pancarta anunciando el mercado y la entrega unos 10 días antes del evento para que se cuelga en un punto clave del municipio.
4. La supervisión del mercado

Amata tendrá un mínimo de dos personas en un mercado temático de un fin de semana desde el viernes por la tarde (para supervisar la decoración, colgar las señales de dirección, conseguir las llaves para los locales de almacén y otros detalles) hasta el domingo por la noche muy tarde e incluso hasta el lunes por la mañana ala hora de comer.  La gente de Amata está allí para supervisar, ayudar, solucionar problemas entre Amata, los participantes, los visitantes y la gente del Ayuntamiento.  Hay siempre alguien allí desde por la mañana temprano hasta tarde por la noche, lo que asegura un evento agradable y un buen funcionamiento
5. El programa de animación del mercado

Para cada evento Amata contrata a los maestros artesanos (para demostrar sus oficios) y los artistas (para la animación y los espectáculos), según las preferencias del Ayuntamiento y las características del recinto.  En sus proyectos indica claramente el número de artesanos y/o artistas participando en cada demostración y/o cada actuación, proporciona un programa de actuaciones y comprueba que tanto los artesanos, como los artistas cumplan los horarios indicados.